TU VOZ TIENE UN PROPÓSITO
- Sebastian Bohorquez

- 22 oct
- 3 Min. de lectura
Actualizado: hace 2 días

Hablar no es solo una acción cotidiana. Para mí, la voz es una manera de representar lo que hay en el alma y el espíritu. Es el canal que Dios me dio para comunicarme con los demás y con Él. En mi trabajo como fonoaudiólogo, y también en mi vida diaria, he comprendido que la voz no solo sirve para decir palabras, sino para reflejar lo que hay en el corazón.
Durante una jornada laboral, mi voz se convierte en mi principal herramienta de servicio: la uso para orientar, acompañar y guiar a quienes buscan mejorar su salud comunicativa. Pero también, muchas veces, para animar, consolar o simplemente apoyar. Sin embargo, como cualquier herramienta de uso constante, la voz necesita cuidado. Y muchas veces no lo hacemos.
He visto y vivido cómo el cansancio, el estrés o la falta de conciencia pueden afectar nuestra voz. A veces la ronquera, el ardor o el agotamiento vocal no solo reflejan un mal uso, sino también un exceso de carga emocional o espiritual. Porque la voz también se cansa de cargar silencios, de callar verdades o de forzarse por ser escuchada.

Cuando la voz duele, se apaga o se quiebra, no solo se afecta la comunicación, sino la identidad. He acompañado a personas que sienten que al perder su voz, también pierden parte de sí mismas. Y es comprensible: la voz es identidad, es presencia, es propósito. Cuidar la voz no es un lujo, es una necesidad. Si dependes de ella para enseñar, cantar, predicar, atender o liderar, necesitas aprender a escucharla tanto como la usas.
Tu voz puede estar pidiéndote ayuda si comienzas a notar ronquera frecuente, dolor o ardor al hablar, sensación de garganta seca o rasposa, necesidad de esforzarte para que te escuchen, cansancio o fatiga al hablar por periodos largos o episodios en los que “pierdes” la voz después de gritar o hablar mucho. Estos síntomas no deberían normalizarse. Si se mantienen por más de 10 o 15 días, es momento de consultar. Dejar pasar el tiempo puede llevar a lesiones o dificultades crónicas que afectan no solo tu voz, sino tu calidad de vida, y también tu forma de cumplir tu propósito.

Cuidar la voz no requiere grandes inversiones, pero sí requiere conciencia, constancia y amor propio.
Hidrátate constantemente.
Evita gritar o hablar por encima del ruido.
Haz pausas vocales durante tu jornada.
Calienta tu voz antes de largas jornadas de habla.
Evita irritantes como el humo, el alcohol o el exceso de café.
No susurres: guarda silencio real si tu voz está fatigada.
Y sobre todo, escúchate. Tu voz también habla cuando callas.
He tenido la oportunidad de acompañar tanto a profesionales de la voz como a jóvenes que aún están buscando su camino. Algunos creen en Dios, otros no. Pero todos comparten algo: el deseo de ser escuchados. A veces, cuidar la voz también implica cuidar el alma: reconciliarnos con lo que callamos, sanar lo que nos dolió y aprender a hablar con verdad y amor. Y esto lo conecto directamente con las siguientes recomendaciones:
Cuida tu voz, pero también cuida tu intención. Lo que decimos tiene peso.
Haz pausas no solo para descansar, sino para escuchar.
Habla con propósito: que tus palabras edifiquen, enseñen o inspiren.
Recuerda que la salud vocal refleja equilibrio: lo que hay dentro también suena.
La forma en que hablamos revela más de lo que pensamos. Un tono amable, una palabra sabia o una corrección hecha con respeto pueden reflejar valores y principios. Cuando aprendemos a usar la voz con conciencia, podemos influir en otros sin imponer, enseñar sin juzgar y sembrar esperanza en medio de conversaciones cotidianas.
A lo largo del día, tu voz te representa: transmite tu conocimiento, tu carácter y tu compasión. Si la cuidas, ella seguirá cuidando de ti y de todos los que estén en tu camino.
Usar la voz para servir, orientar o acompañar a otros es un acto de amor. No esperes a perder tu voz para valorar su poder. Si tu voz es tu herramienta, protégela, escúchala y deja que también hable de Aquel que te dio propósito.

Si quieres profundizar te invito a ver nuestro programa Rincón de la Salud:


Excelente!!!
Me parece un aporte valioso a la importancia que tiene la voz en la vida de cada persona, debido que esta no solo es producir palabras si no expresar ideas, sentimientos y pensamientos.
Gracias por esa perspectiva del cuidado de la voz. Información muy valiosa, la pondré en práctica.
Excelente